-Y usted lo que desea es quedarse, ¿verdad? -replicó Glenarvan.
- ¡Así es!, pero temía ser indiscreto.
CAPITULO 9
La decisión de Paganel causó general alegría a bordo. Roberto expresó la suya saltando con tanto entusiasmo al cuello del sabio que casi lo hace caer de espaldas.
-Vaya un diablillo -dijo-, le enseñaré geografía.
El esfuerzo de todos iba a hacer del niño un educado caballero. Después de terminar de cargar carbón, el Duncan abandonó aquella zona desolada. y tomó