La máquina del tiempo

3 - El Viajero a través del Tiempo vuelve

Creo que ninguno de nosotros creyó en absoluto ni por un momento en la Máquina del Tiempo. El hecho es que el Viajero a través del Tiempo era uno de esos hombres demasiado inteligentes para ser creídos; con él se tenía la sensación de que nunca se le percibía por entero; sospechaba uno siempre en él alguna sutil reserva, alguna genialidad emboscada, detrás de su lúcida franqueza. De haber sido Filby quien nos hubiese enseñado el modelo y explicado la cuestión con las palabras del Viajero a través del Tiempo, le habríamos mostrado mucho menos escepticismo. Porque hubiésemos comprendido sus motivos: un carnicero entendería a Filby. Pero el Viajero a través del Tiempo tenía más de un rasgo de fantasía entre sus elementos, y desconfiábamos de él. Cosas que hubieran hecho la fama de un hombre menos inteligente parecían supercherías en sus manos. Es un error hacer las cosas con demasiada facilidad. Las gentes serias que le tomaban en serio no se sentían nunca seguras de su proceder; sabían en cierto modo que confiar sus reputaciones al juicio de él era como amueblar un cuarto para niños con loza muy fina. Por eso no creo que ninguno de nosotros haya hablado mucho del viaje a través del tiempo en el intervalo entre aquel jueves y el siguiente, aunque sus extrañas capacidades cruzasen indudablemente por muchas de nuestras mentes: su plausibilidad, es decir, su incredibilidad práctica, las curiosas posibilidades de anacronismo y de completa confusión que sugería. Por mi parte, me preocupaba especialmente la treta del modelo. Recuerdo que lo discutí con el Doctor, a quien encontré el viernes en el Linnaean. Dijo que había visto una cosa parecida en Tübingen [5] , e insistía mucho en el apagón de la bujía. Pero no podía explicar cómo se efectuaba el engaño.

eXTReMe Tracker