En un momento estuvimos cara a cara, yo y aquel ser frágil, mas allá del futuro. Vino directamente a mà y se echó a reÃr en mis narices. La ausencia en su expresión de todo signo de miedo me impresionó en seguida. Luego se volvió hacia los otros dos que le seguÃan y les habló en una lengua extraña muy dulce y armoniosa.