El fantasma de Canterville

-¡Que el diablo se lleve a ese animal volátil! -murmuró-. ¡En otro tiempo hubiese caído sobre él con mi buena lanza, atravesándole el cuello y obligándolo a cantar otra vez para mí, aunque reventara!

Y dicho esto se retiró a su confortable caja de plomo, y allí permaneció hasta la noche.














eXTReMe Tracker