Aura emitió un agudo grito:?¡El vampiro!Clinton contempló el cuerpo que yacÃa en el féretro. Era el de un hombre de unos cincuenta años, vestido de frac y con una capa negra, de vueltas rojas, con un anillo de oro en la mano izquierda, en el que se veÃa una enorme piedra de refulgente brillo.El hombre tenÃa los ojos abiertos. Horrorizado, Clinton vio más todavÃa.HabÃa un par de gotas rojas, como rubÃes redondos, en las comisuras de los labios. Por encima del inferior, aunque no demasiado, asomaban las puntas de los colmillos superiores.