Estaba harto de comidas precocinadas o en conserva. Por dicha razón, Robur Zanda se dijo que ya era hora de tomar una comida en condiciones.La situación de Robur no era buena, pero sabÃa acomodarse a las circunstancias. Puesto que la irritación y las maldiciones, y mucho menos la depresión y el pesimismo no iban a remediarle nada, decidió ver las cosas con filosofÃa y adaptarse a su nueva situación, de momento, nada halagüeña.Su nave, en realidad un astrobote salvavidas, yacÃa en el suelo, a poca distancia. El combustible principal se habÃa consumido y sólo quedaban aptas para funcionar las baterÃas auxiliares. Pero habÃa sido privado de todo medio de comunicación, de modo que no podÃa lanzar el S.O.S, espacial que habrÃa permitido a alguien venir en su ayuda.Ciertamente, el astrobote contenÃa todo lo necesario para una situación de emergencia. Pero los amotinados habÃan obrado con demasiada cautela, aunque no sin cierta cortesÃa.