A veces, cuando el director de una revista tiene poco material para sus lectores, suele concebir ideas peregrinas.Como la que se le ocurrió a mi jefe cierto dÃa en que andaba algo escaso de originales. Me llamó y me dijo que fuese a entrevistar a Lance Morony.Yo debà de poner una cara de idiota terrible. En mi vida habÃa oÃdo hablar del tal Morony.?¿Quién es ese tipo, jefe? ? pregunté con la ingenuidad de un chiquillo de pocos años.Mi jefe, Burt Wyle, me anonadó con una mirada de sus duros ojos, que centelleaban debajo de un par de espesos cepillos de ásperas cerdas grises, que él llamaba cejas.?En mis tiempos ? tronó ?, un redactor, antes de hacer esa pregunta a su director, habrÃa corrido al archivo...