De pronto, vio alzarse ante él a una negra sombra y sufrió un fuerte estremecimiento.?Eh? ¿qué hace aquÃ? ¿Quién es usted?El sujeto estaba delante de una lámpara, lo que dejaba su rostro en sombras.?¿No me reconoces, Vilmorin? ?dijo con voz tétrica.?¿Cómo? ?Los dientes de Vilmorin castañetearon?. No? Imposible, tú?, usted? Te guillotinaron??Asà es. Me cortaron la cabeza. Pero he vuelto de la tumba para vengarme.El individuo retrocedió un paso y se situó directamente bajo la bombilla, al mismo tiempo que echaba hacia atrás la capa de alto cuello que le cubrÃa. Lleno de terror, Vilmorin pudo ver la delgada lÃnea roja que habÃa en torno a la garganta del desconocido.?La marca de la guillotina ?sonrió el intruso?. Es la misma que tú llevarás dentro de pocos momentos, pero? ¡para siempre!