?Esa postura, Chiara... ¿Por qué tendrÃa la abuela que meterse siempre donde no la llamaban?
?Chiara, por el amor de Dios. ¿Quieres dejar de balancearte? Te vas a precipitar al jardÃn.
La aludida, morena, cabellos muy negros, cortos, ojos igualmente negros, esbelta, vestida de hombre, expresión pÃcara, descabalgó una pierna que cruzaba la balaustrada y puso la punta de un pie en el mármol de la terraza.
?Yo no sé a quién has salido ?seguÃa farfullando la abuela?. Ahà anda tu hermana Elen impecable, con novio, a punto de casarse.
Mildred haciendo su ropa para formar su propio hogar... Y tú... Se enderezó.
?Chiara, contesta al menos.
?Va a llover.
?¿Qué dices?
?Que está a punto de llover. Voy a dar un paseo. Me gusta la lluvia.
?¿Y tus estudios?
Chiara la miró entre burlona y cariñosa.