Desde lo alto de un ribazo donde se habÃa detenido a descansar bajo la grata sombra de un añoso enebro, Slash Keno, tenÃa fijos sus grandes y expresivos ojos en el hermoso caballo castaño, que, montado por una grácil joven vestida de amazona, habÃa iniciado un acto de rebeldÃa contra su jinete. La joven habÃa perdido el dominio del animal, el cual, furioso por algo que Keno ignoraba, se negaba a continuar el endiablado trote que habÃa seguido senda adelante y se ponÃa de manos, relinchando con furia y dolor, revolviéndose airado a cada golpe de látigo que la amazona le administraba para obligarle a seguir adelante. El profundo conocimiento que el joven Slash poseÃa de los animales, le advertÃa que algo raro le sucedÃa al equino, algo raro que ella era incapaz de descubrir, pero que amenazaba con acabar de un modo dramático para la obstinada muchacha.