Era durante la primavera del año 1841, cuando un humilde y solitario cazador acampaba un atardecer en la orilla del RÃo Trinity, en el Nordeste de Texas, una región salvaje e inculta, rodeada de bosques, con abundante caza y sin más vecindad que unas pequeñas tribus de indios tranquilos y poco numerosos. El cazador, cuyo nombre ha pasado a la historia de la colonización del Oeste, se llamaba John Neely Brian, y era un hombre relativamente joven, duro, recio de espÃritu, andariego y apasionado de la caza. John durmió aquella noche a la orilla del rÃo y por la mañana se dedicó a explorar los alrededores del solitario paraje. Tras el examen previo, comprobó que la caza se le darÃa bien en aquel lugar donde no tenÃa competidores y decidió establecerse allà definitivamente.