«Quisiera uno seguir refugiándose todos los dÃas en estas páginas, que son al mismo tiempo una inmersión en el agua bautismal de la literatura y una huida hacia tiempos más felices o que ahora nos parecen tales, porque conservan un resol de juventud que se irá empalideciendo. Ahora comprendo que escribir unas memorias, aunque ligeras como éstas, es más metafÃsico y corazonal de lo que uno pensaba. Me cuesta dejar este libro porque me ha hecho mucha compañÃa durante los meses de su escritura. Y no porque haya pensado mucho en él, que no ha sido asÃ, sino porque de pronto abrà un espacio inédito en mi vida, una cancha libre y aireada para correr en todas direcciones y contarlo todo de cualquier manera.»