Reseña de Se abre la veda
Daisy es la bibliotecaria de una pequeña ciudad. El dÃa de su 34 cumpleaños despierta y ve que su vida es monótona, aburrida y mÃsera. Sigue soltera, viviendo con su madre y su tÃa, ambas viudas; nunca se ha casado ni comprometido. Pero esa mañana tiene una revelación: Debe dejar de ser una buena chica, quiere un hombre, un matrimonio e hijos. Asà que pone manos a la obra y empieza por un nuevo peinado, nuevo maquillaje y nueva casa, con el apoyo incondicional de su madre y su tÃa.
Jack Russo ha sido miembro de las fuerzas especiales en Chicago y New York y al heredar la casa de su tÃa en Hillsboro, en la que veraneaba de niño, donde espera llevar una vida sosegada, acepta el puesto de jefe de policÃa que considera pan comido habida su experiencia anterior. A Daisy no le gustan los tÃos cachas de cuello grueso y hombros oblicuos, y a Jack le intriga la estirada Daisy, sobre todo, una vez que contempla su transformación.
En las cercanÃas pero fuera de la jurisdicción de Hillsbor, aparecen varios cadáveres y piden ayuda a Russo por su mayor experiencia. Este empieza las pesquisas a la par que su relación con Daisy, la bibliotecaria anodina, que ha decidido transformarse en una cazamarido. En el cumplimiento de su plan de caza, Daisy ignora que ha sido testigo de un asesinato por el que será perseguida y Jack debe protegerla. Durante la investigación empezará a perfilarse la trama de una red de trata de blancas y la corrupción que se esconde tras la reputación más impoluta. Se verá que no todos son lo que aparentan. Entre tanto, el sexo y el romance estallan entre Daisy y Jack.