Reseña de Sexy-killer
Una prostituta aparece asesinada en un hotel de Hobokan, NY, con evidentes sĂntomas de tortura. Otra prostituta aparece, de forma similar, en el muelle de Long Island, NY. Ambas prefirieron lanzarse al vacĂo antes de seguir siendo torturadas por una extraña máquina: un alambre de pĂşas, una especie de diabĂłlico gato de siete colas que da fortĂsimas descargas elĂ©ctricas. El teniente Halloran se pone al mando de las investigaciones. Al principio utilizan a una mujer policĂa como señuelo. Rosalind, la mujer policĂa escogida, acaba siendo asesinada de la misma forma aunque una pista conduce al asesino. Willard es detenido pero, a los pocos dĂas, sale de la cárcel tras ser declarado enfermo y agarrarse a todo tipo de resquicios legales. Paralelamente a todo ello aparece un cuerpo sin gota de sangre en Ellis Island. Tras ser identificado, comprueban que se trata de Jeremy Olson, un sádico acusado de violar a dos niñas. Tucker, un especialista en casos raros, en vampirismo y asesinatos rituales, comienza a ir tras la pista de Willard? Tucker regenta una extrañĂsima empresa donde se venden ataĂşdes con más de cien años de antigĂĽedad: «Garantizamos que todos han sido utilizados por cadáveres ilustres».