Cristina le consideraba su mejor amigo, el muchacho con quien más confianza podÃa tener, su mayor y más valiosa amistad. Era incapaz de asociarlo a la más cercana o remota idea de un sentimiento distinto. Pero le necesitaba. ante el dilema -que ella misma se habÃa impuesto- de casarse con un hombre al que no amaba, sólo porque habÃa tenido intimidad con él.