?¡Uf! ¡Qué calor tan insoportable! ?exclamó Tony, derrumbándose en una butaca?. ¿Qué tenemos de comida, cariño mÃo?
?Estofado de conejo, chuletas de cordero y tarta de ciruela.
?Huy? Eres? ?y tiró de ella hasta sentarla en sus rodillas?. Una alhaja como cocinera, una alhaja como esposa, y?
?Menos adulación, chiquillo.
La besaba, y Milly, ruborizada, pretendÃa escapar de él, pero al mismo tiempo se colgaba de su cuello. Se querÃan. TenÃan aproximadamente la misma edad y hacÃa seis meses que se habÃan casado. Tony, de simple encargado de la gasolinera, habÃa pasado a desempeñar el cargo de apoderado de los magnÃficos talleres de automóviles que Gerald Willows habÃa montado en una céntrica avenida de Bangor. Y vivÃan en una casita pequeña y coquetona que los padres de Milly regalaron a ésta como presente de bodas; en la ribera del rÃo, a pocos metros de la playa.