El individuo afirmó llamarse Leevan Garnes aunque su verdadero nombre era otro muy distinto, nombre que él tenÃa especial interés en ocultar porque en ello le iba su vida. HabÃa llegado a los alrededores de Edson, un poblado como habÃa otros muchos en el oeste de Dakota del Sur y tras echar una ojeada profunda al paisaje, habÃa decidido clavar allà sus rudos tacones, casi seguro de que aquél no sólo serÃa el mejor refugio para conseguir que se olvidasen de él, sino que allÃ, donde la tierra era libre y podÃa acotarla y sacarle fruto cualquiera que estuviese dispuesto a trabajarla podÃa con pocos esfuerzos sacar lo preciso para vivir.