Luis Colman era un hombre de suerte. Su nombre fue elegido, entre más de diez mil aspirantes, para dirigir el mando de la más hermosa expedición cósmica jamás emprendida por el hombre. ¡La cosmonave fotónica «Sustra-Kamac» estaba a punto de emprender el viaje a las estrellas, en un espectacular salto astronómico, donde parecÃan haberse compendiado todos los adelantos de la ciencia del siglo XXIV! Las enormes pantallas diódicas de T.V., en todos los rincones de los cinco mundos, hablaban incansablemente, desde hacÃa varios años, de aquella expedición cientÃfica en busca de la cuna de todas las civilizaciones. «¡El hombre volverá a sus orÃgenes!» «¡Esta próximo el regreso al mundo de donde salieron nuestros antepasados hace mil millones de años! ¡La 'Sustra-Kamac' contempla las estrellas desde su rampa electromagnética del legendario cosmódromo de Baalbeck, en el AntilÃbano!»