PARA TENER EN SU PODER A LOS ENEMIGOS
Ra está sentado en su Trono
en la Mansion de los Incontables Afios.
Delante de él, de pie,
están las Jerarquías divinas y los Espíritus de los rostros velados
que actúan en la Región del Eterno Devenir[92].
Ellos regulan el orden de las cosas
absorbiendo todo lo que es superfluo,
bebiendo las ofrendas líquidas.
Ellos hacen girar a los cielos con su Disco de Fuego,
tomados a su vez en el propio movimiento.
¡Ojalá pueda poseer a los cautivos de Osiris
y no caer nunca en manos de los demonios de Seth!…
En cuanto a vosotros que gozáis del descanso
en los bancos cubiertos de verde de los ríos celestiales
en la Región de Aquel que conduce las Almas
¡Ojalá pueda yo estar sentado en el puesto de Ra
cuando mi Cuerpo sea confiado al dios de la Tierra!
¡Ojalá pueda vencer a Seth y sus acechadores nocturnos
de cara de cocodrilo,