Los Campos de los Bienaventurados
se extienden ante mi vista hasta perderse;
ellos me nutrirán.
Espíritus santificados en medio de la abundancia de estos campos,
vivo según le place a mi corazón.
El dios Nepra me ha devuelto el uso de mi laringe
guardo, poderoso, el dominio de todas las fuerzas de mi cabeza…