6 El me ha puesto por refrán de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril.
7 Mis ojos se oscurecieron por el dolor, Y mis pensamientos todos son como sombra.
8 Los rectos se maravillarán de esto, Y el inocente se levantará contra el impío.
9 No obstante, proseguirá el justo su camino, Y el limpio de manos aumentará la fuerza.
10 Pero volved todos vosotros, y venid ahora, Y no hallaré entre vosotros sabio.
11 Pasaron mis días, fueron arrancados mis pensamientos, Los designios de mi corazón.
12 Pusieron la noche por día, Y la luz se acorta delante de las tinieblas.
13 Si yo espero, el Seol es mi casa; Haré mi cama en las tinieblas.
14 A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; A los gusanos: Mi madre y mi hermana.
15 ¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza, ¿quién la verá?
16 A la profundidad del Seol descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo.
Bildad describe la suerte de los malos
1 Respondió Bildad suhita, y dijo:
2 ¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.