El último de los Mohicanos

El hecho de que estructuralmente las novelas de J. F. Cooper estén divididas en dos secciones claramente diferenciadas (la acción y los diálogos por una parte y los extensos párrafos descriptivos en los que se detiene la acción para introducir la información moral o social que el autor considera apropiada) ha propiciado que esta última parte sea mutilada en la traducción en favor de la primera, pero convirtiendo así las novelas en relatos de aventuras de acción trepidante apropiadas, en términos generales, al gusto del lector adolescente. Estas mutilaciones obligan al adaptador a introducir frases de enlace inexistentes en el texto para hacerlo inteligible, con lo cual se puede aseverar que a la obra de Fenimore Cooper no se le ha hecho justicia, literariamente hablando, hasta hace muy pocos años.









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