La psicología oscura y la psicología científica representan dos enfoques distintos, aunque ambos parten del mismo conocimiento de la mente y el comportamiento humano. La psicología científica se rige por principios éticos que buscan el bienestar del individuo, comprometiéndose a respetar la autonomía y la salud mental de las personas. Los profesionales que practican esta psicología trabajan bajo el objetivo de ayudar a otros a mejorar sus vidas y resolver conflictos internos, aplicando métodos controlados y validados que favorecen el crecimiento personal sin daño a terceros.