Robinson Crusoe

Era mi vecino un portugués de Lisboa, hijo de padres ingleses y de apellido Wells. Como se encontraba en condiciones semejantes a las mías y su plantación era lindera, yo le llamaba vecino y llegamos a ser buenos amigos. Ambos teníamos poco capital y plantábamos para comer, más que para otra cosa; pero poco a poco empezamos a progresar, y nuestras tierras a rendir provecho. El tercer año plantamos tabaco, y a la vez despejamos un gran pedazo de tierra para plantar caña de azúcar al año siguiente. Nos faltaban brazos que nos ayudaran, y fue entonces cuando advertí el error cometido al separarme de Xury.

Me encontraba ya avanzado en la tarea de mejorar la plantación cuando mi salvador y buen amigo el capitán decidió hacerse a la vela, pues su barco había permanecido tres meses completando el cargamento y alistándose. Cuando le conté lo del pequeño capital que tenía en Londres, me dio este amistoso y sincero consejo:






eXTReMe Tracker