Los hermanos Karamazov

Y le tendió la mano, elegantemente enguantada—. ¿Cómo está usted?

El starets se volvío y fijó su mirada en Aliocha. El joven se acercó a Lise sonriendo torpemente. Lise volvió a ponerse sería.

—Catalina Ivanovna me ha rogado que le entregue esto —dijo ofreciéndole una carta—. Le ruega que vaya a verla lo antes posible y sin falta.

—¿Me ruega que vaya a verla? ¿Para qué? —preguntó Aliocha, profundamente asombrado y con un gesto de preocupación.

—Se trata de algo relacionado con Dmitri Fiodorovitch y... con todos esos asuntos que ahora llevan ustedes entre manos —dijo apresuradamente la madre—.

Catalina Ivanovna ha encontrado una solución, mas, para ponerla en práctica, necesita verle imprescindiblemente. ¿Por qué? Lo ignoro. El caso es que le ruega que vaya a verla lo antes posible. Y espero que usted no dejará de ir: sus convicciones cristianas se lo impiden.

—Sólo he visto a Catalina Ivanovna una vez —dijo Aliocha, todavía perplejo.

—¡Es una criatura tan noble, tan recta!... Lo merece todo, aunque sólo sea por sus sufrimientos... ¿Usted sabe lo que ha pasado..., y lo que está pasando .... y lo que le espera?... ¡Es horrible, horrible!...

eXTReMe Tracker