Los Miserables - Parte 3

Capítulo 3 Cuán útil es ir a misa para hacerse revolucionario

Marius había conservado los hábitos religiosos de la infancia. Un domingo que fue a misa a San Sulpicio, a la misma capilla de la Virgen a que lo llevaba su tía cuando era pequeño, estaba distraído y más pensativo que de ordinario y se arrodilló, sin advertirlo, sobre una silla de terciopelo en cuyo respaldo estaba escrito este nombre: "Señor Mabeuf, administrador". Apenas empezó la misa, se presentó un anciano y le dijo:

- Caballero, ése es mi sitio.

Marius se apartó en seguida, y el viejo ocupó su silla.

Cuando acabó la misa, Marius permaneció meditabundo a algunos pasos de distancia; el viejo se acercó otra vez y le dijo:

- 0s pido perdón de haberos molestado antes y molestaros otra vez en este momento, pero tal vez me habréis creído impertinente y debo daros una explicación.

- No hay necesidad, caballero -dijo Marius.

eXTReMe Tracker