El paraíso perdido

Que tu sola aclaración podrá satisfacer:

Al contemplar este orden bello, este mundo

Que componen Tierra y cielo, y calibrar

Sus magnitudes —esta Tierra, mota, grano,

Átomo, si comparada con el firmamento

Y todas sus estrellas numerosas, que parecen orbitar

Espacios impensables (porque tal indican

Sus distancias y su rápido retorno

Diurnal) meramente para ministrar la luz

Alrededor de nuestra opaca Tierra, este punto,

Día y noche (toda su admirable ronda

Infecunda por demás)—, al meditarlo me pregunto

Cómo la Natura, austera y sabia, pudo perpetrar

Desproporciones tales, creando

Con superflua mano tantos cuerpos nobles,

Tan inmensamente grandes, para este solo uso,

O así parece, e imponer a sus esferas

Incansables giros, día a día

Repetidos, mientras esta Tierra sedentaria

(Que podría recorrer circuito más pequeño),

Por aquéllos atendida más ilustres, logra

Su objetivo sin la mínima moción y obtiene,

Por tributo de periplo tan enorme, hecho

A incorpórea rapidez, su luz y su calor:

Premura tanta que medida elude».

eXTReMe Tracker