Cuando uno se entera del número de parados, estimado en dos millones, es fatalmente habitual entender por ello que hay dos millones de personas sin trabajo y que el resto de la población vive relativamente bien. Confieso que, hasta hace poco, yo hacía lo mismo. Calculaba que, contados los desempleados registrados, cuyo número era de unos dos millones, añadiendo las personas sin recursos y aquellos obreros en paro que por una razón u otra no estaban registrados, se podía suponer que el número de gente subalimentada de Inglaterra (pues todas las personas que viven del subsidio de paro están subalimentadas) era, como máximo, de unos cinco millones.