Cuando me ofrecieron prologar estas narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe, rechacé de plano. Rechacé porque se ha analizado, se ha profundizado en su vida y su obra hasta tal punto, que es prácticamente imposible añadir algo más. Baudelaire prologó la primera edición francesa de las obras del genial escritor americano y desde entonces han sido centenares las plumas de valía que se ocuparon de él. Sí, rechacé encargarme de estas líneas, pero luego, cuando me aclararon que la presente edición tenía por objeto hacer llegar al gran público la obra de Edgar Allan Poe y que lo que de mí se solicitaba no era un estudio profundo, que no estoy preparado para llevar a cabo, sino más bien unas palabras sencillas que sirviesen de presentación de la obra de Poe a aquellos que aún la desconocen, acepté el hacerlo.