El Rey Lear

ESCENA VII

Castillo del conde de GLOUCESTER

Entran el DUQUE de CORNUALLES, REGAN, GONERIL, EDMUNDO y séquito.

EL DUQUE DE CORNUALLES.—Partid pronto; id al encuentro del duque, vuestro esposo, y enseñadle esta carta. El ejército francés ha desembarcado. Corran en busca del traidor Gloucester.

REGAN.—Y que le ahorquen en el acto.

GONERIL.—Arrancándole primero los ojos.

EL DUQUE DE CORNUALLES.—Abandonadlo a mi cólera. Edmundo, acompañad a nuestra hermana; no conviene que seáis testigo de la venganza que debemos tomar de vuestro padre. Llegado a presencia del duque, advertidle que apresure sus preparativos. Nuestros intereses son idénticos, y diligentes, nuestros correos establecerán entre nosotros una correspondencia rápida. Adiós, hermana querida; adiós, conde de Gloucester. (Entra el INTENDENTE.) Y bien, ¿dónde está el rey?

EL INTENDENTE.—El conde de Gloucester acaba de sacarlo de estos lugares; treinta y cuatro caballeros de su escolta que le andaban buscando, se han unido a ellos, partiendo con dirección a Douvres donde se prometen encontrar numerosos amigos.

EL DUQUE DE CORNUALLES.—Preparad caballos para vuestra señora.

GONERIL.—Adiós, querido monseñor; adiós, hermana. (Sale con EDMUNDO.)

eXTReMe Tracker