Padua. Una plaza. Delante de la casa de Bautista.
(Entran BAUTISTA, GREMIO, TRANIO [haciendo siempre de Lucentio], LUCENTIO [haciendo de Cambio], CATALINA [vestida de novia], BLANCA y numerosos invitados)
BAUTISTA: (A Tranio.)
Señor Lucentio, hoy es el día fijado para el matrimonio de Catalina con Petruchio y henos aquí sin noticias de mi yerno. ¿Qué van a decir los invitados? ¿Qué irrisión no va a causar la ausencia del novio cuando el sacerdote llegue dispuesto a efectuar el enlace? ¿Qué os parece a vos, Lucentio, de esta alienta que sufrimos?
CATALINA: