Los Hijos del Capitán Grant en la América del Sur

El príncipe abrazó al sabio anciano y partió en busca del talismán... Visitó todas las capitales de la tierra... Se puso camisas de reyes, emperadores, príncipes y millonarios; de artistas, guerreros y comerciantes. Nada consiguió. Anduvo mucho sin encontrar la felicidad. Cuando ya se volvía a su país, vio a un pobre labrador que alegre y cantando iba detrás de su arado, se dirigió a él y le preguntó si era feliz.

-Sí -le respondió el labrador.

-¿No deseas nada?

-Nada.

-¿No cambiarías tu suerte por la de un rey?

-Jamás.

eXTReMe Tracker