Reseña de Si hay que matar, ¡se mata!
Hay una mujer fatal, unos terrenos magnÃficos en el Pirineo para recalificar y un par de muertos. Hay una ecologista radical y unos monitores de esquÃ. Y, como dice Ãngel Esquius: Una vez has resuelto cinco o seis asesinatos, te das cuenta de que no es tan difÃcil. Se trata de saber observar y escuchar, y retener detalles significativos, y tratar de dar un significado a todas las contradicciones e incongruencias con que te vas encontrando. Y SI HAY QUE MATAR, ¡SE MATA! Esquius se va a la montaña. ¿Quién dijo que la novela negra sólo puede ser urbana?