FRANCISCO UMBRAL, entre lo abundante y variado de su producción literaria, parece haber orientado preferentemente la vena central de su obra hacia lo autobiográfico, el intimismo, el memorialismo, el culto al tiempo perdido y la anatomÃa del presente interior que le habita. Escritor tan vocado y volcado a la exterioridad, mediante el periodismo y otros géneros, se nos descubre asà como un lÃrico intimista que esconde en esta capa de su producción lo más acrisolado y querido de tan vasta obra. Y esto es, precisamente, ?Mis paraÃsos artificiales?; algo asà como el diario Ãntimo y sin fechas de un hombre que se pasea por el interior de su literatura, de un escritor que inspecciona la realidad humana, menuda, cotidiana, de cada dÃa, con amor, dolor, atención y cuidado.