La cosmonave terrestre «Sparta-C-5001» llevaba seiscientos años navegando por el espacio. Salió del espaciodromo de Aedos (División Ocho) con noventa tripulantes a bordo, de los cuales sólo continuaban con vida únicamente dos, gracias a los largos perÃoÂdos de hibernación. Uno de ellos era el comandante de la nave, el caÂpitán Tomas Dickery, único responsable de la proÂlongada singladura sideral. El segundo era la doctoÂra Flavia Konstant, la única persona a bordo que podÃa haber prolongado la vida de ambos. Se habÃa hibernado a más personas, pero una seÂrie de dificultades técnicas impidió reavivarles y la nave fue dejando cuerpos sin vida a lo largo de su recorrido. El capitán Dickery quiso darles a todos sepultura cristiana y por ello realizó diferentes descensos sobre mundos deshabitados, donde sus herramientas autoÂmáticas excavaron el suelo, para depositar bajo los restos de los que habÃan sido compañeros de la empresa jamás igualada por el hombre.