No entristecen martirios aquel sitio
sino tinieblas sólo; y los lamentos
no suenan como ayes, son suspiros.
Allí estoy con los niños inocentes
del diente de la muerte antes mordidos
que de la humana culpa fueran libres.
Con aquellos estoy que las tres santas
virtudes no vistieron, mas sin vicio
supieron y siguieron las restantes.
Mas si sabes y puedes, un indicio
danos, con que poder llegar más pronto
a donde el purgatorio da comienzo.»
Respondió: «Un lugar fijo no me han puesto;
y me es licito andar por todos lados;
te acompaño cual gu(a mientras pueda.
Pero contempla cómo cae el día,
y subir por la noche no se puede;
será bueno pensar en un refugio.
A la derecha hay almas retiradas;
si lo permites, a ellas te conduzco,
y te dará placer el conocerlas.
«¿Cómo es eso? —repuso— ¿quien quisiese
subir de noche, se lo impediría
alguno, o es que él mismo no pudiera?
Y el buen Sordello en tierra pasó el dedo
diciendo: «¿Ves?, ni siquiera esta raya
pasarías después de que anochezca: