Las vueltas y el cantar se terminaron;
y atentas nos miraron esas luces,
alegres de pasar a otro cuidado.
Rompió el silencio de concordes númenes
luego la luz que la admirable vida
del pobrecillo del Señor narrara,
dijo: «Cuando trillada está una paja,
cuando su grano ha sido ya guardado,
a trillar otra un dulce amor me invita.
Crees que en el pecho del que la costilla
se sacó para hacer la hermosa boca
y un paladar al mundo tan costoso,
y en aquel que, pasado por la lanza
antes y luego tanto satisfizo,
que venció la balanza de la culpa,
cuanto al género humano se permite
tener de luz, del todo fue infundido
por el Poder que hiciera a uno y a otro;
por eso miras a lo que antes dije,
cuando conté que no tuvo segundo
quien en la quinta luz está escondido.
Abre los ojos a lo que respondo,
y verás lo que crees y lo que digo
como el centro y el círculo en lo cierto.
Lo que no muere y lo que morirá
no es más que un resplandor de aquella idea
que hace nacer, amando, nuestro Sir;