… ¿Cuántas cartas le he escrito a usted hasta ahora? Según mis cálculos van ya 38. En agosto me escribió usted diciéndome que llevaba un registro de correspondencia, un verdadero clasificador de individuos, con direcciones y características y la indicación de cuando conoció usted a su corresponsal más las incidencias de su amistad con él. Todo esto me divirtió de lo lindo. ¿Incluyó usted también en el clasificador la fotografía que le mandé? Mi registro de cartas es muy incorrecto; seguramente que su contabilidad supera con mucho las crucecitas que yo trazo en mi almanaque de bolsillo. En definitiva, es absolutamente igual que las cartas que yo le he escrito sean 37 ó 38. Yo soy su corresponsal número cinco. Debe de ser muy interesante leer todas las cartas que usted ha ido recibiendo. Porque éstas deben proceder de todos los escenarios bélicos. Cuando termine la guerra, estará usted en posesión de un nutrido libro de recuerdos en forma epistolar. La última Navidad quisimos encontrarnos por primera vez en Karlsruhe y fracasamos. Y lo que es para el futuro lo veo también muy negro. En realidad casi no se puede confiar en nada.