Emma

Incluso a Emma le resultaba imposible adivinar lo que significaba todo aquello. Por su tono dedujo que se trataba de algo realmente importante; pero como su amiga se encontraba bien, intentó tranquilizarse, y después de explicar a su padre que iba a salir a dar un paseo, ella y el señor Weston no tardaron en salir juntos de la casa y en dirigirse a Randalls a un paso muy vivo.

—Ahora —dijo Emma, cuando ya se hubieron alejado bastante de la verja de la casa—, ahora, señor Weston, dígame lo que ha ocurrido.

—No, no —replicó él muy serio—, no me lo pregunte a mí. He prometido a mi esposa que le dejaría contárselo todo. Ella se lo contará mejor que yo. No sea impaciente, Emma, dentro de un momento lo sabrá todo.

—No, dígamelo ahora —exclamó Emma deteniéndose horrorizada—. ¡Santo Cielo! Señor Weston, dígamelo en seguida… ha ocurrido algo en Brunswick Square, ¿verdad? Sí, estoy segura. Dígamelo, cuénteme ahora mismo todo lo que ha pasado.

—No, no, se equivoca usted…

—Señor Weston, no juegue usted conmigo… piense usted en cuántos seres queridos tengo ahora en Brunswick Square. ¿Cuál de ellos es? Le ruego por lo más sagrado… no trate de ocultármelo…

—Emma, le doy mi palabra…

eXTReMe Tracker