En los carnavales de 1930, aprovechando la celebración del corso de Parque Chacabuco, allí cercano, establecimos nuestro cuartel general en la casa de López para festejar debidamente a Momo.
Terminamos las fiestas luego de una noche divertida; apagadas ya las luces del corso y muy cerca de la madrugada, alguien proyectó un paseo en “bañadera”, idea aceptada unánimemente. Mientras el gigantesco vehículo giraba por la ciudad, Gerías se sintió inspirado; y con un extenso, vibrante y disparatado discurso, que duró todo el viaje, mantuvo la animación de amigos y extraños.