La barra de los tres golpes

A la incertidumbre del momento, la ausencia de libertades y el terror reinante, debía sumarse la crisis nacional e internacional. Sin embargo, las decepciones no nos vencían, ni pensábamos dejarnos llevar por la desesperación.

Era la edad encantadora de las quimeras y las alegrías, del optimismo y el desinterés, de la fe en el mañana, en que cada uno sabe que tiene que reconstruir el mundo de manera mejor y ,esa utopía le insume tanto tiempo y tantas energías, que no le quedan horas libres para la reflexión ni el desaliento; edad magnífica de la creación, la solidaridad; el espíritu, no contaminado aún por mezquinas pasiones, vibra al impulso del ideal.

Un magnífico grupo de camaradas componía la "Barra de los tres golpes".







eXTReMe Tracker