Los nuevos incorporados quedaron atónitos, pintándose en sus semblantes una nÃtida expresión de preocupación. Pero Souza,. que no tenÃa carácter para seguir las bromas, gritó desde su banco: "Che, sáquenlo a ese embustero".
La batahola subsiguiente no permitió continuar. Entre las carcajadas de unos y las protestas de otros, Van de Velde debió apresurarse a dejar su sitial para conservar su integridad fÃsica.
Eran polos opuestos las materias que dictaban los Dres. AgustÃn de Vedia y José H. Porto, Literatura y Matemáticas, respectivamente, y la forma de ser de ambos se mantenÃa fiel a esa antÃtesis.
Las conferencias del primero absorbÃan la atención por su elocuencia, su cultura amplia, su lenguaje sencillo; sentado en un sillón, conversaba con los alumnos y las disertaciones se seguÃan, con gran interés, desfilando, a través de su palabra fluida, los monumentos literarios de la antigüedad, especialmente Grecia de oro y Roma.