Cuentos Breves - Autito de madera

La euforia había hecho presa de los pescadores, la adrenalina del principiante lo tenía desbordado de agitación, se movía en el bote en círculos dando gritos y escupiendo el agua que tragaba por la lluvia.

Una ola gigantesca los derribó a los tres y los hizo entrar en razón. Estaban en peligro, entonces, temieron por sus vidas. El padre tiró su caña y se fue directo al timón, para salvar a los muchachos. Los relámpagos se descargaban con tal furia que iluminaban el cielo de terror, los truenos hacían del mar un campo de batalla.

Para sorpresa del capitán, el motor no arrancaba. Bajó a revisarlo. Cuando abrió la puerta, el entrecejo se le frunció, con mirada de incredulidad, expresó: «¿Qué pasó aquí?». La sala de máquinas se había inundado y se había mojado el sistema eléctrico.

Un torbellino de furia se desató en el capitán, encolerizado golpeó la puerta de acceso de la sala y dejó escapar un quejido de impotencia. Subió a la cabina y prendió el sistema de SOS.

Los pescadores estaban a merced del inclemente temporal.

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