Así habló Zaratustra

¡Vosotros, los hombres supremos con que mis ojos tropezaron! Ésta es mi duda respecto a vosotros y mi secreto reír: ¡apuesto a que a mi superhombre lo llamaríais – demonio![267].

Ay, me he cansado de estos hombres, los más elevados y los mejores de todos: desde su «altura» sentía yo deseos de marchar hacia arriba, lejos, fuera, ¡hacia el superhombre!

Un espanto se apoderó de mí cuando vi desnudos a estos hombres, los mejores de todos[268]: entonces me brotaron las alas para alejarme volando hacia futuros remotos.

Hacia futuros más remotos, hacia sures más meridionales que los que artista alguno haya soñado jamás: ¡hacia allí donde los dioses se avergüenzan de todos los vestidos!

Mas a vosotros, prójimos y semejantes, yo os quiero ver disfrazados y bien adornados, y vanidosos, y dignos, como «los buenos y justos». –

Y disfrazado quiero yo mismo sentarme entre vosotros, – para conoceros mal a vosotros y a mí: ésta es, en efecto, mi última cordura respecto a los hombres.

Así habló Zaratustra.

eXTReMe Tracker