1984

La expresión del rostro de O'Brien no cambió. Respondió:

-Sabes muy bien lo que hay en la habitación 101, Winston. Todo el mundo sabe lo que hay en la habitación 101. -Levantó un dedo hacia el hombre de la bata blanca. Evidentemente, la sesión había terminado.

Winston sintió en el brazo el pinchazo de una inyección. Casi inmediatamente, se hundió en un profundo sueño.

III

-Hay tres etapas en tu reintegración erijo O'Brien-; primero aprender, luego comprender y, por último, aceptar. Ahora tienes que entrar en la segunda etapa.

Como siempre, Winston estaba tendido de espaldas, pero ya no lo ataban tan fuerte. Aunque seguía sujeto al lecho, podía mover las rodillas un poco y volver la cabeza de uno a otro lado y levantar los antebrazos.

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