LOS IGORROTES DE MINDANAO
Quince dĂas despuĂ©s de esta aventura, los chinos y el malayo abandonaron la cabaña para intentar acercarse al lago de Butuán y salvar a Romero y a su novia.
Hong estaba casi curado y, con las debidas precauciones, podĂa hacer uso de su brazo derecho sin experimentar el menor dolor, gracias al cuidado eficaz de su gentil enfermera. Pram-Li y Sheu-Kin habĂan acopiado provisiones, consistentes en carne seca de tortuga y unos diez kilogramos de sagĂş, para hacer pan, con las cuales podrĂan alimentarse dos semanas. Para transportarlas más fácilmente habĂanse construido dos mochilas con pieles de monos y algodĂłn.
Con las dos pieles de pantera habĂa hecho Sheu-Kin una esplĂ©ndida manta, que protegĂa a la joven contra la humedad y el frĂo de la noche y le proporcionaba al mismo tiempo blando techo. RepartiĂ©ronse las municiones, que alcanzaban en total a unos doscientos cartuchos, y pusiĂ©ronse en marcha a travĂ©s de la selva hacia el este, para llegar cuanto antes a la orilla del Bacat, rĂo que, como se sabe, desemboca en el lago de Butuán.