Leer online Flor de las Perlas

Leer online Flor de las Perlas

đźš« ÂżCĂłmo quitar los anuncios?

CAPĂŤTULO XVI

ROMERO Y TERESITA

Media hora después, Hong, Than-Kiu y Bunga llegaban al lugar de la selva virgen en que se habían refugiado las mujeres, los viejos y los niños a la llegada de los mindaneses del sultán, y donde se hallaban escondidos Romero, Teresita y los dos marinos españoles. En una pequeña plazoleta rodeada por un bosquecillo muy espeso hallábase la antigua aldea ocupada en otro tiempo por los súbditos de Bunga, formada por unas cincuenta cabañas, las más de ellas medio derruidas. Algunas, sin embargo, más sólidamente construidas, habían resistido bien las injurias del tiempo.

El jefe igorrote preguntó por Romero, y le dijeron que había salido de caza acompañado por uno de los marinos y varios indígenas, pues faltaban en la aldea las provisiones. Than-Kiu se mostró contrariadísima por ello: tenía vivas ansias de hallarse frente a aquel hombre a quien tanto amó un tiempo, y a quien no había vuelto a ver desde aquella noche memorable y fatal.

—¿Cuándo volverá? —preguntó, limpiando algunas gotas de frío sudor que le brotaban de la frente.

—Quizá no vuelva antes de la noche.

—¡Ocho o diez horas de espera! ¡Es una eternidad! —murmuró ella con voz ahogada.

—Pero la mujer blanca está aquí.

Brilló un relámpago en los ojos de Flor de las Perlas.

eXTReMe Tracker