Entran las máscaras, GRACIANO y SALERIO.
GRACIANO
Aquí está el soportal donde Lorenzo
nos pidió que le esperásemos.
SALERIO
Se está retrasando.
GRACIANO
Curioso retraso: los amantes
van siempre por delante del reloj.
SALERIO
Ah, las palomas de Venus[34] son diez veces
más veloces en sellar un pacto de amor
que en cumplir las promesas de fidelidad.
GRACIANO
Así es en todo. ¿Quién sale de un banquete
con tan buen apetito como entró?
¿Qué caballo vuelve a tomar paso
con el brío incontenible del principio?
Las cosas se persiguen con más ánimo
que se disfrutan. Como un muchacho
o hijo pródigo es el barco empavesado
que zarpa de su puerto, acariciado
y abrazado por la lujuria del viento.
Y como hijo pródigo regresa, con el casco
deslucido, las velas desgarradas, flaco, mísero
y saqueado por la lujuria del viento.