El Rey Lear

ESCENA VI

Campo en los alrededores de Douvres

Entran el CONDE de GLOUCESTER y EDGARDO vestido de Campesino.

EL CONDE DE GLOUCESTER.—¿Cuándo llegaremos a la cima de aquella montaña?

EDGARDO.—Ahora empezamos a subir; dígalo nuestro cansancio.

EL CONDE DE GLOUCESTER.—Me parece que aún ando por la llanura.

EDGARDO.—¡Horrible precipicio! Escuchad; ¿oís el rugido del mar?

EL CONDE DE GLOUCESTER.—No, nada oigo.

EDGARDO.—Por fuerza el dolor de la privación de la vista debilitó vuestros demás sentidos.

EL CONDE DE GLOUCESTER.—Es posible. Hasta me parece que tu voz ha cambiado; hablas con más nobleza; te expresas mucho mejor que antes.

EDGARDO.—Os engañáis; nada ha cambiado en mí, a no ser el traje.

El CONDE DE GLOUCESTER.—No hay duda; tu lenguaje es más distinguido.

eXTReMe Tracker