Hamlet

POLONIO.— Sí, concluirá diciendo: Es verdad… (así te dirá precisamente) algo iba yo a decir. Es verdad, yo conozco a ese mozo; ayer le vi o cualquier otro día, o en tal y tal ocasión, con este o con aquel sujeto, y allí, como habéis dicho, le vi que jugaba, allá le encontré en una comilona, acullá en una quimera sobre el juego de pelota y…, (puede ser que añada) le he visto entrar en una casa pública, videlicet en un burdel, o cosa tal. ¿Lo entiendes ahora? Con el anzuelo de la mentira pescarás la verdad, que así es como nosotros los que tenemos talento y prudencia solemos conseguir por indirectas el fin directo, usando de artificios y disimulación. Así lo harás con mi hijo, según la instrucción y advertencia que acabo de darte. ¿Me has entendido?

REINALDO.— Sí, señor, quedo enterado.

POLONIO.— Pues, adiós; buen viaje.

REINALDO.— Señor…

POLONIO.— Examina por ti mismo sus inclinaciones.

REINALDO.— Así lo haré.

POLONIO.— Dejándole que obre libremente.

REINALDO.— Está bien, señor.

POLONIO.— Adiós.

Escena II

Polonio, Ofelia.

POLONIO.— Y bien, Ofelia, ¿qué hay de nuevo?

eXTReMe Tracker